Éstas son mis intenciones

1. Quiero escribir de lo que sé, y sólo de lo que sé.
   Tengo un montón de opiniones sobre un montón de temas. Según Clint Eastwood: “Las opiniones son como los culos. Todos tenemos uno” (1) a la que Sabina le añadió “y creemos que el de los demás apesta”. Yo, también siempre creo que son buenas, hasta que me demuestren lo contrario. ¡Y ocurre regularmente, por suerte! (2). Pero este no es el objetivo de esta web. Sólo quiero hablar/escribir de las cosas en las que sí soy muy bueno. Por eso, aquí encontrarás 1 solo tema: el resultado de 9 (1995 – 2004) + 9 (2014 – Actualmente) = 18 años enseñando francés a hispanohablantes.
2. Siempre seré honesto y no seré objetivo, porque es imposible.
   La objetividad es algo de lo que se enorgullece la gente que, o lo confunde con la honestidad, o sencillamente sabe que ni siquiera es honesta.En estos casos, lo ideal es recurrir a la R.A.E.:La clave radica en eso de “relativo al objetivo objeto en sí mismo” vs. “al sujeto”, de si es “independiente o no de la propia manera de pensar o sentir”. Uno cree que siempre es dueño de sus opiniones. Lo incluye dentro del “libre albedrío”.Pues no es verdad. Spinoza (3) (1632 – 1677) entiende que nos consideramos libres debido a nuestra ignorancia de las causas que nos afectan. Y que, por consiguiente, el libre albedrío sólo es una ilusión. ¿¡Qué decir entonces de la objetividad!? Si no sabemos realmente por qué opinamos algo, menos aún puede esta opinión ser “independiente de (nuestra) propia manera de pensar o de sentir”.

   La única cualidad que nos queda al respecto es la honestidad.

   Concretamente, todo lo que leerás aquí será fruto de lo que soy (véase mis orígenes, mi educación, mis vivencias …), pero, en ningún caso, te mentiré ni tendré segundas intenciones.

   En resumen: pienso todo lo que digo, y me esfuerzo en no decir todo lo que pienso. 🙄🥴😂

3. No quiero venderte algo, sólo contarte mi camino y que tú valores si quieres comprar algo o no.
   No quiero venderte nada. Es que, aunque quisiera, no sé vender 😟😟😟Pero, como todo el mundo, necesito ganarme la vida. Y estimo que la calidad tanto del método Greg Prévôt como de la atención al cliente que proporciono hacen que me merezca ganármela bien.
   Conclusión: me limitaré a darte toda la información posible para que tú valores si lo que tengo a la venta cumple o no con tus necesidades y expectativas. Ni marketing telefónico -aka Spam telefónico-, ni publicidad… Ni siquiera insistencia para que me compres algún curso. Tan sólo una newsletter quincenal “Si quieres mis zapatos, te cuento mi camino”.

(1) Seguramente conozcas esta gran frase de la película “The Dead Pool (La lista negra)” (1988). 😀😀😀
(2) Otra gran frase, de autoría desconocida: “Sólo los tontos nunca cambian de opinión”.
No confundir por supuesto con ser un(a) veleta.
(3) También coinciden en gran medida con él otros filósofos como Descartes, Seneca, Kant o Hobbes.